Una puerta se abre. El interior responde en primera persona: Escribo. Leo. Comparto. Por ello, el tiempo es menos despiadado conmigo

Una Luciérnaga en mí

Una Luciérnaga en mí
Dibujo de Roxana

jueves, 6 de junio de 2013

A veces (diario de nubes)



(foto propia, viaje Barcelona-Valencia, año 2012, junto a Vicky)


A veces, las nubes son de un algodón que exuda luces, que promete los cielos renovados en los que sólo el agua de la lluvia desale los minutos y los días.

otras, como una mano que te toma en sus redes, va cerrando su puño hasta volverte presa sencilla del desánimo.

A veces, la espuma del mar se vuelve un manto que te abriga los ojos de distancia, que se extiende por encima del mundo para conectarte con el Universo...

otras, es un collar de fuego que quema por dentro, que asfixia y crece hasta encontrarse con el miedo.

A veces, la tierra es un espejismo, porque el cielo es más ancho y más profundo, y uno se siente con la cabeza inmersa en nubes, en territorios insondables y en elipses que mueven su eje para convertirla en un dato a tener en cuenta para esta vida...

otras, gira, contundente, y marea, empuja hacia dentro, impele hacia fuera, recorta pies, blasfema heridas, corroe desde la realidad que te mira en pantalla gigante.

A veces La Gente te abraza, te aumenta, te proporciona, te indivisibiliza, te potencia, te abrevia al grado superlativo de las letras más importantes, se convierte en tu marcha, en tu bitácora, en tu cancel y sin cancelarte, te proyecta hacia el espejo para mostrarte que Así, Sí Vale Vivir.

otras, sencillamente se cruza con uno, se esconde en su espejo y te lo muestra, vidrio oscuro, pedacitos de luz recortada de tu alma formando un puzzle raro en el que uno no se reconoce, porque distorsiona lo que llevamos dentro.

A veces salgo dispuesta a darle abatalla a las pequeñas batallas, a la sensación de orfandad que genera un contexto en el que vale más pisar que pensar, morder que nutrirse, arrancar que sembrar.

Entonces busco Un Cielo, que me refleje el mar, sintiendo que la espuma me levanta hasta despegarme de la tierra, y acercarme a La Gente que me ayuda a ganar la batalla que libro conmigo misma....

A veces me pregunto ¿qué hago yo aquí? 

y en el cielo, la mano se abre y deja escapar mi mirada.....

y puedo ver en torno... acordarme que tantas otras veces olvidé las respuestas, pero ahora... el horizonte se abre limpio y puedo volver a empezar.

Cada día




Valencia, 6 de junio de 2013.

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