Difícil elegir un poema suyo. Elijo este, espero que os guste:
EN EL LARGO ÉXODO TE AMO MÁS
En el largo éxodo te amo más. Dentro de poco
cerrarás la ciudad. Yo no tengo corazón en tus manos ni
camino que me lleve. En el largo éxodo te amo más.
El granado de nuestro honor, después de tu pecho, ha perdido su savia. Leves son las palmeras,
las colinas, nuestras calles en el crepúsculo
y la tierra cuando se despide de su tierra. Leves son las palabras
y los cuentos sobre las escaleras de la noche. Pero mi corazón es pesado.
Déjalo allí, aullando en torno a tu casa y llorando los bellos días.
No tengo más patria que ella. Al partir te amo más.
Vacío el alma de las últimas palabras: te amo más.
Al partir, las mariposas guían nuestras almas. Al partir
nos acordamos de un botón de la camisa perdido y olvidamos
la corona de nuestros días. Recordamos el olor del sudor con perfume de melocotón y olvidamos
la danza de los caballos en la noche de bodas. Al partir
nos igualamos al pájaro, nos apiadamos de nuestros días y nos contentamos con poco.
Me basta de ti el puñal dorado que hacía danzar mi corazón moribundo.
Mátame lentamente y diré: te amo más de lo que
dije antes del gran éxodo. Te amo. Nada me causa dolor,
ni el aire ni el agua ni la albahaca en tu mañana ni
el lirio en tu tarde me causa dolor después de este éxodo.
2 comentarios:
Tanta intención i tan poco tiempo…. i saberte por doquier.
Me gusta esto que has hecho aquí, este rincón tranquilo, y encontrarte, y encontrarme con mi sentir que podría haber sido tuyo. Verte crecer es sentir, la fuerza que nos ata a la vida, el tacto de los sueños en una forma distinta de memoria.
Un beso.
Sentires que son homónimos y al mismo tiempo, tienen la topografía de la ausencia presente. Mirar tus palabras es leer tus pensamientos, el espacio de silencio que habita entre los símbolos para peregrinar luego por mi propia memoria.
Saberte es saber que no hay exilio para quienes se escuchan en el espacio de mundo donde no hay nadie más que nosotros.
Amigo del alma.
Amigo para quien no hay éxodo, amigo al que me hermana un sinfín de maravillas ausentes. Y la presencia viva de la realidad.
Abraçada y petonets
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