Una puerta se abre. El interior responde en primera persona: Escribo. Leo. Comparto. Por ello, el tiempo es menos despiadado conmigo

Una Luciérnaga en mí

Una Luciérnaga en mí
Dibujo de Roxana

domingo, 18 de julio de 2010

Ungaretti, un n/hombre apre-hendido en el Taller


Poeta y traductor italiano nacido en Alejandría, Egipto, en 1888.
Falleció en Milán en junio de 1970. Y sin embargo, tan actual. Y, de todas maneras, tan aprehensible al navegar sus letras. y hasta ahora encontrarlo realmente......


 Foto: Gilbert Garcin

 

La muerte meditada

Canto quinto

Has cerrado los ojos,
nace una noche
nena de falsos huecos,
de ruidos muertos
como de corchos
de redes caladas en el agua.

Tus manos se hacen como un soplo
de inviolables lontananzas,
inaferrables como las ideas,

y el equívoco de la luna
y el balancearse, dulcísimos,
si quieres posármelas sobre los ojos,
tocan el alma.

Eres la mujer que pasa
como una hoja
y dejas en los árboles un fuego de otoño.
 


Versión de Jesús López Pacheco

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Buscaba, no sabia bien qué.Llegué aquí y tras leer me quedé una vez más. Última estrofa para llevarsela consigo, para hacerla raiz de otras, para escribir y dejarse escribir.
Otoño en agosto, fuego al atardecer, cuando julio inflama las noches de vigilia y letras.
Agradecido.
G

Anónimo dijo...

Tuyas, siempre, las letras que leo, mi querido amigo. Tuyas por derecho de afecto inquebrantable. ABrazo del alma. A