Una puerta se abre. El interior responde en primera persona: Escribo. Leo. Comparto. Por ello, el tiempo es menos despiadado conmigo

Una Luciérnaga en mí

Una Luciérnaga en mí
Dibujo de Roxana

viernes, 9 de julio de 2010

Valencia, algún día de mayo de 2010


La ciudad se ha tragado las voces y los colores. La noche se abre y cierra, como el abanico en las manos de una anciana en la sala de espera del ambulatorio.
Anda a pie juntillas sobre el muro y los tejados que componen una marea de vértices y aristas: trapecios sobre los que se mueren las estrellas detrás de las nubes.
Hoy el sol se ha batido a duelo con el viento y pudo, al fin, el remolino por sobre los planeos de las gaviotas.
En el vuelo, se mezclan los graznidos con los trinos y las alas se pliegan.
La ciudad regurgita la piel de un verano inminente.
Por un desfiladero, ha venido otra vez una palabra a cerrar la compuerta.... y liberarme






Tras los aviones
las estelas mezcladas
con nubes grises



1 comentario:

Marta Alicia Pereyra Buffaz dijo...

Hermoso blog.

Tu texto es como una foto con muchas imágenes metafóricas de gran belleza más el haiku.

Saludos cordiales.