Un beso especial para alguien muy especial que vive su vida de una manera muy especial, más allá de la mirada del mundo: Amber que, por su modo de encarar su día a día, con enorme sensibilidad, seguramente, apreciará mucho éste poema, que acompaño con una foto muy significativa de Manuel Alvarez Bravo, que vivió 100 años dejándonos un legado inestimable en sus miradas definitivas
Manuel Alvarez Bravo, México - 1902-2002 |
Las cosas
El bastón, las monedas, el llavero,
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.
la dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido.
4 comentarios:
Debo reconocer que yo también soy un pecador y nunca he seguido a Borges. Quizá ahora nade en su poesía gracias a tu recomendación
Te enviaré algunos que me gustan, Fran. Para mí fue todo un descubrimiento que me dió pie para leerlo. Es parte de lo que he comentado en una publicación anterior, sobre leer para saber si nos gusta. También estoy leyendo poemas en prosa de Baudelaire, traeré alguno para compartir. Gracias por estar, un fuerte abrazo.
Querídisima Adri:
Quiero que sepas que entré a este post cuando me lo indicaste, pero ese día estaba yo aún tan débil, tan malita del alma, y no tenía fuerza en los dedos para si quiera agradecértelo. No quiero que pienses que puedo ser una ingrata. Lloré cuando lo leí por vez primera y vi que edicaste este post y ahora al releerlo (por enésima vez, no te exagero) he vuelto a llorar. Muchas emociones encontradas, Adri, muchas.
Un millón de gracias por tus palabras, por este post, por ser compatriota del genial Borge, y, por tanto, llevar en tus venas las letras, tus letras bellamente derramadas. Y yo tb te confieso que Borges no era "santo de mi devoción" (literaria), pero lo admiro mucho como intelectual. Fíjate que su poesía me la hizo descubrir mi padre, hace ya unos cuantos años y me encantó, bastante más que su prosa, he de decir.
Adri, ¡Qué grande eres! ¡Qué gran mujer eres!
Si un día vienes por Barcelona, quiero que sepas que ya tienes casa en donde hospedarte y mesa en donde comer.
Mil gracias y de corazón, tus palabras me han ayudado tanto. Tu blog me ayuda ídem y cada vez que te descubro te RE-descubro.
Un muy fuerte y sentido abrazo,
Amber
P. D.: Me olvidaba... La foto es genial y Manuel Álvarez siempre ha sido uno de mis fotógrafos preferidos.
Ciertamente, las fotos de M. Alvarez son geniales, tan crudas, pero tan soberbias.
Nunca se me ocurriría pensar que eres ingrata, entiendo los tiempos de todos, pero sobre todo, Amber, entiendo que haya días y días, en los que el tiempo y la predisposición interior no juegan en favor nuestro.
Tú significas vida para mí, por eso éste poema de Borges, tan especial, que habla de presente... y de vida.
Si hasta las cosas ignoran el tiempo! ¿cómo no empezar a vivir ignorándolo nosotros?
Cuídate, vale? beset
Publicar un comentario