Una puerta se abre. El interior responde en primera persona: Escribo. Leo. Comparto. Por ello, el tiempo es menos despiadado conmigo

Una Luciérnaga en mí

Una Luciérnaga en mí
Dibujo de Roxana

miércoles, 11 de mayo de 2011

Auto retrato




Retrato by Ana Mogo



Podría atravesar
a campo abierto
la colonia sin habitantes
de ese nombre en el que me arrodillo:
veintisiete gigantes, como hormigas,
caminarían siempre que quisieran
debajo de las plantas de mis pies.
Pero ese nombre tiene un escenario
en cuyas tablas todo se retracta:
un pecho - telaraña de latidos -
le da vida a su cuerpo
pero el nombre
le pone identidad a cada verso.
La estela sin brocales de su boca
es llama y aguacero,
voz y esquela que se lee con los ojos cerrados.
Tiene dos brazos, teme no tenerlos
y a tientas, se resguarda en los de otros.
La tabla de rozarse los bolsillos
siempre se multiplica por migajas
y aunque tenga dos duros con cincuenta,
se siente despojada de algún precio.
Podría caminar por ese nombre
mientras, el arrabal de una sonrisa,
se abriría de par en par las venas
siempre en algún trozo de Universo.
Voy, a campo traviesa,
y la mirada
se ha vuelto un purgatorio en el que anidan
recuerdos
más recuerdos
como fotos.

Se salen estos versos de  mis manos
si trato de decir quién soy
me buscan
me llevan a pastar a un gesto vago,
se vuelan
con cuarenta y ocho golondrinas
desde un día de enero en otro siglo.

No sé quién soy  por omisión,
aprendo quién soy por utopías,
declaro quién soy cuando me inclino
ante mí, tan sólo ante mí misma.


Podría caminar mi nombre de rodillas
y aún así
esta que no quiere ser más muda ni más ciega
escucharía el ave
mucho antes
que la araña tejiendo sus latidos.


Una niña que nace y sobrevive
salmodia una vez más que sigue viva.








Valencia, mayo de dos mil once

9 comentarios:

Anónimo dijo...

Un elogio a la fuerza vital, al paraiso de los versos que como espejos reflejan o nos reflejan, recuerdan o nos recuerdan. Maternal vientre que da vida al verso, al poeta.
Felicidades, Adri.

Sergio dijo...

Buenas noches Adri, te dije que te leería, y aquí estoy!
"No sé quién soy por omisión, aprendo quién soy por utopías, declaro quién soy cuando me inclino ante mí, tan sólo ante mí misma"
Y, cómo no, me encanta! Espero no olvidarme de leerte, y me alegra haberte hecho "volver la cabeza a tu blog", verdad verdadera!
Ah, muchísimas gracias por haberte pasado, es un alago que pierdas el tiempo en mi.
Un saludo ,)

Juan Carlos Durilén dijo...

Es hermoso leerte, Adriana.
Gracias por abrir tus manos, una vez más, cargadas de pétalos...
Gracias por este testimonio vital que se desprende de ese sonoro silencio del corazón hecho palabra, quizás susurro.

Me has alegrado la tarde otoñal sabiéndote ahí, querida amiga.

Un beso.

Palabras como nubes dijo...

Impresionante!! Sólo a vos te salen poemas de este calibre, genia!!!!

Beso y veleta
J&R

Claudia Bakún dijo...

Bueno, muy bueno, mi querida amiga!
la quiere mucho: su amiga Claudia

Juan Carlos Durilén dijo...

Hermoso leerte, Adri.
Sentirte tan viva y fuerte, con tus manos, como siempre, colmadas de pétalos...
De esa región que hace del horizonte la búsqueda insaciable de ser, y ser una vez más. Siempre.
¡Enhorabuena!
Gracias por estar allí.

Un beso.

Abel Jara Romero dijo...

Eres una gran escritora. Enhorabuena por tener esa facilidad de palabra. Me ha encantado esta entrada y te acabas de ganar a un seguidor más del que tendrás varios comentarios. Por otro lado, te invito a pasarte por el mío y que si te gusta también me sigas.
http://escritorsentimientos.blogspot.com/
NO DEJES DE ESCRIBIR Y DE CREAR.

Fran Robles dijo...

Gran entrada, hacía tiempo que no pasaba por aquí

Sergio dijo...

Cuándo vuelves? ,)