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[Foto: Brassai ( seudónimo de Gyula Halász (1899 - 1984, Rumania)] |
Tuve los brazos lastimados
de abrazar fantasmas.
de abrazar fantasmas.
Hoy el tiempo, a contrapelo,
desnuda sus rojeces en la cúpula
de una maldición.
Escupiré en las líneas de tu mano
mi cansancio
y brotarán escarcha y soledad.
Aciaga cada racha de neblina
que en capas deposita
nieve, humo y ceniza
gestando en el silencio
un vendaval.
Las cortinas
han quedado raídas
y cuelgan
como espectros
en dos mitades de naranja,
zumo de locura,
sangre cítrica,
pagodas dibujadas con tinta invisible
en el interior de tu impecable americana.
Escupiré en las líneas de tu mano
y brotarán nudos en tu garganta.
Calma. Shhhh.... no desoves aún tus mil excusas.
Ténte en pie.
Come en el escaparate de frivolidades
un pastel de cilantro y maleficios.
Deténte. Haz silencio.
Mira fijo en mi ojo
y verás.
Allí está escrito mi cansancio
de fantasmas,
de ladrones de versos,
de niños con los cordones umbilicales
rotos por las ausencias,
de hombres sin valentía para el amor.
Pues vete. Ya te has ido.
Esfúmate de una vez. por las líneas de las manos
en las que, hace tiempo,
te has convertido en una mancha,
una razón de más
para el silencio.
desnuda sus rojeces en la cúpula
de una maldición.
Escupiré en las líneas de tu mano
mi cansancio
y brotarán escarcha y soledad.
Aciaga cada racha de neblina
que en capas deposita
nieve, humo y ceniza
gestando en el silencio
un vendaval.
Las cortinas
han quedado raídas
y cuelgan
como espectros
en dos mitades de naranja,
zumo de locura,
sangre cítrica,
pagodas dibujadas con tinta invisible
en el interior de tu impecable americana.
Escupiré en las líneas de tu mano
y brotarán nudos en tu garganta.
Calma. Shhhh.... no desoves aún tus mil excusas.
Ténte en pie.
Come en el escaparate de frivolidades
un pastel de cilantro y maleficios.
Deténte. Haz silencio.
Mira fijo en mi ojo
y verás.
Allí está escrito mi cansancio
de fantasmas,
de ladrones de versos,
de niños con los cordones umbilicales
rotos por las ausencias,
de hombres sin valentía para el amor.
Pues vete. Ya te has ido.
Esfúmate de una vez. por las líneas de las manos
en las que, hace tiempo,
te has convertido en una mancha,
una razón de más
para el silencio.
Mírate en tu fantasma huyendo
sin descanso
por el cristal que te refleja cada día,
tu vuelo es más gris
que la ceniza de cualquier volcán.
Tengo los brazos sucios
con manchas de cilantro y maleficios.
Nada que no se limpie con lejía .
4 comentarios:
Siempre desde mi total obsesión por la fotografía : me encanta la foto. De hecho ya llevo bastante tiempo queriendo encajar una foto de Brassai en mi blog.
P.D. : in love with : sangre cítrica y "nada que no se limpie con lejía".
Mi tan querida compañera de caminos, qué deliciosa bendición la poesía y el coraje de la poetisa.
Si ha de haber momentos que le dan magia a los días, este poema, mezcla de exorcismo, conjuro gitano (se te nota el ambiente), y beso feroz en la cruz de los dedos, es uno de estos momentos...
Mis besos, y el abrazo de siempre...
Creo que esa foto iba perfecto para el poema, corregí lo de la lejía y también me gusta lo de la sangre cítrica. Un poco de cilantro hace sabrosa la vida, demasiado es un pecado de sabores agrios.
Besets!
Mi querido caminante... suerte tener tus pasos entre mis huellas de palabras, saberte y conocer ese aroma a mañanas grises que dejas en cada momento en que te leo, eternizando los que conocemos, de abrazos, risas y otras cosas (algunas mejor olvidar)....
¿se me nota la influencia? ja! qué bueno me lo digas!....
fue algo así, es algo así... un nunca más pero sin embargo.. je
te quiero mucho, abrazos de esos que ni la lejía puede lavar en el olvido
;)
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