De balances y balanzas

Arrangement of Specimens (1842), Hyppolyte Bayard

Ya. Llegó el último día del año. Ya, sí, ya... vale!

tiempo de balances.

de nuevos propósitos: dejar de, comenzar a, aprender ....a, de, con.

Miles de propuestas y propósitos se abren como un abanico en este día en el que, quiéramos o no, miramos para atrás por un momento y nos encontramos con nuestros aciertos, errores e intentos fallidos.

Ayer hizo dos años que llegamos con Vicky y Rafa a Barajas, pero esta vez, para quedarnos definitivamente, soñando con volver pronto a ese aeropuerto para embarcarnos en un avión y volver a Argentina a visitar a nuestra familia y amigos.

Tal vez por eso, estos días han sido un poco más "fuertes": la navidad, demasiada navidad, las celebraciones, demasiado celebraciones.

Vivir aquí y junto a Rafa, esa elección de vida tan vestida de arrojo, fue un modo de detenerme a descansar. Sí.

El tiempo pasa pero no deja de pasar para mí. No quiero detenerlo ni acelerarlo.

las cosas nos pasan y no nos dejan de pasar: buenas, malas, regulares, todas nos confrontan con la decisión de superarlas y continuar, aquilatarlas y continuar, "surfearlas" y continuar.

Continuar, pero no meramente. Tampoco a trompicones. Mucho menos a lo loco.

Nuestra vida tiene mucho de común y todo de corriente: un matrimonio como todos. Y como ninguno!

Tal vez elegirnos en una etapa de la vida en la que uno ya no arriesga en la ruleta ni juega a la ruleta rusa, aunque el arrojo se haya parecido a ambas cosas.... fue lo que determinó el encuentro, la decisión, el viaje, la boda, el viaje, la radicación definitiva en esta tierra.

España vive una de sus mayores crisis. Y creo que ésta es una crisis de identidad y de valores.

Identidad, para no dejar de ser mientras se forma parte de una comunidad económica que rige los destinos de sus habitantes. Valores para no caer en la indignidad.

Miro todo lo que sucede a mi alrededor, con la mirada de quien ha visto en torno suyo muchas crisis. De identidad y de valores. Y de todo.

Una suma de recuerdos de mi tierra implosiona en mi.¡Cuánto me ha permitido aprender mi ser nacional! y sin embargo.. no tengo alma de tango. Sólo sé de donde vengo, dónde estoy y no busco precisiones sobre lo que tocará, porque toca lo que toca, cuando toca y como corresponde para nuestra evolución espiritual.

Siento en mi interior abrirse una pequeña ventana, la luz se filtra y en una enorme pantalla, los rostros comienzan a conformar un puzzle con forma de Universo.

Todos los seres que sostienen mi día a día están en él.

y a cada uno, cada día, digo gracias.

Y a quien me lee, que si es sólo uno, ya ha valido la pena que así fuera.

Aparco las letras, subrayo la realidad, escolto los recuerdos hasta sus respectivos espacios, alivio la carga vaciando la mochila, aquilato la experiencia y me voy a continuar este día.

El último del año dos mil diez.

Debe, haber y saldo, sin líneas en rojo. Sólo números que marcan fechas. Y  sin obligación de compra ni trueques, doy por positivo este período de tiempo que va subsumido en el año que se inicia, para determinar etapas, ciclos y paréntesis.

En cada momento del día, algo me recuerda que la vida sigue mereciendo completamente la pena.

Feliz Año 2011 a todos quienes pasen por aquí!

Adriana