Una puerta se abre. El interior responde en primera persona: Escribo. Leo. Comparto. Por ello, el tiempo es menos despiadado conmigo

Una Luciérnaga en mí

Una Luciérnaga en mí
Dibujo de Roxana

sábado, 22 de enero de 2011

El y la ciudad






Foto: Javier Santa Cruz

                                                                                             A mi hijo Javier

ella se detiene para abrirle los brazos,
...triste amante por horas
de asfalto y de rutina,
que él convierte en foco de luz atormentada
serenándola en aguas
temblorosas.

ella, con su  miedo, de hielo, de lejía,
de hornos de ladrillos
ardiendo en los desahucios


ella cree que traga la vida de la gente
y él la regurgita
en un nombre de feria

una bala certera:
su sonrisa de hombre
cayendo a contramano del tráfico
desde el punto más alto
la deja tan pequeña
sumergida en el día



y él
arriba... mirando
por encima de tantas arterias cansadas

 





*



6 comentarios:

Juan Carlos Durilén dijo...

¡Hermoso tu poema, Adriana!
La sonrisa de tu hijo, avasallante, sobre esa vieja rutina de ciudad cansada...

Encantador.

Un beso.

Neus dijo...

La foto es bárbara, el nano ahí, dominando, dominante... (y hermoso :))
y el poema lo envuelve, lo abraza y acuna, así de espontáneo, sin borradores (como vos, xiqueta :))
Besote!!!!

Anónimo dijo...

Hey, I am checking this blog using the phone and this appears to be kind of odd. Thought you'd wish to know. This is a great write-up nevertheless, did not mess that up.

- David

Fran Robles dijo...

Grandísimo el poema, cargado de una tensión poética especial

Antoni dijo...

Y él arriba…… como un punto intermedio, el amor y la ansiedad a cada lado, una en cada palma de tus manos. Que preciosidad, ambos criaturas celestes, tu vida desde tantos ángulos a la altura justa de la deidad del sentimiento.

Adri dijo...

Perdón perdón perdón a todos por no responder sus comentarios!!!!....

GRACIAS por vuestra generosidad en la lectura y la huella!

la gripe está jugando malas pasadas en casa, nos vamos turnando!....

yendo al comentario de cada uno, puedo decir que éste ¿poema? me "asaltó" al ver la foto. El tan allí, ella tan allá....

Sí que es sentido, sin dudas... mucha razón llevas, Antoni, al hablar del amor y la ansiedad que, de hecho, provoca la mater-paternidad, y se potencia en las alturas y las distancias... y esas palabras tuyas conteniéndome la caída y el aliento entrecortado, amigo! gracias!

Juan Carlos, fuiste el primero en leerlo y comentar, en realidad, siempre al escribir entregamos lo íntimo, al principio el poema fue individual, intenté llevarlo a lo unv iersal sin que se pierda lo íntimo.. espero haberlo logrado. Abrazo con aroma a peperina y tierra húmeda!

Neus, Neus, tu generosidad para venirte y comentar, gracias hermana!... vos que tanto sabés! que acuno a ese crío de metro ochenta tanto y tanto!... gracias una vez más por estar aquí!

Fran! qué hermoso lo que me dices!... si eso se nota... albricias! gracias, amigo!

Y para tí, antesy después, y siempre, gracias, Antoni... por saberme sin distancias!

(abrazo para todos!)